Tarde de Jueves Santo
Esta tarde de Jueves Santo dimos comienzo a la Pascua Lasaliana en Santiago, en donde jóvenes y no tan jóvenes nos encontramos para vivir dos momentos que han sido de lo más interesantes e iluminadores.
Primero volvimos nuestra mirada hacia nuestras manos. Simplemente observando la actitud de nuestras manos y los gestos que con ellas solemos hacer podemos saber mucho de nosotros y de nuestra actitud en la vida. Luego reflexionamos sobre nuestra vida a través de los cuatro ingredientes con los que se hace el pan:
- La harina representa nuestro fundamento, nuestra historia, los valores que aprendimos de niños…
- La sal habla de nuestro espíritu, lo que logra que la vida nos emocione y nos mueva.
- La levadura es ese ingrediente esencial que representa lo que nos hace crecer y ser mejores personas, la oración, el servicio.
- Y, finalmente, el agua, que todo lo aglutina y le da coherencia. Es Aquel que da sentido a nuestras vidas. Es todo y es uno.
Son cuatro ingredientes, pero llevan la esencia de nuestra vida. Esa vida que debemos compartir y dar a los demás. Ese pan que Jesús partió en la Ultima Cena y repartió entre sus discípulos. La vida que se da. La gran muestra de Amor.