«Que la paz que anuncian con sus palabras estén primero en sus corazones»
Francisco de Asís
Terminamos una semana en la que tuvimos una oportunidad de reflexionar sobre la paz donde obtuvimos unas respuestas de nuestros pequeños como: «la paz es calma», «la paz es estar tranquilos», «cuando te abrazan hay paz», «paz es que mis amigos estén tranquilos», …
Qué acertado, ¿verdad? No me digáis que, estos pequeños, ¡no son GRANDES!
En este momento en el que se fomenta la distancia social, el miedo se ve reflejado en nuestras caras y la incertidumbre es la única respuesta ante una pandemia que nos está cambiando… En este momento, hay grandes ausencias de paz.
Cuántas veces nos permitimos un tiempo, en nuestra vida, ¿para reflexionar sobre eso? O directamente, ¿no tenemos tiempo?
De vez en cuando, estaría bien preguntarse si tenemos paz en nuestros corazones, cuánto valor le damos o qué es lo que nos la quita. Así también sabríamos si, realmente, la paz es nuestro camino o en qué condiciones estamos para transmitírsela a nuestros hijos y nuestros alumnos.
Podemos comenzar por mirarlos a los ojos y escucharlos, por ilusionarnos con lo que nos cuentan, dedicándoles tiempo y haciéndoles sentir que estamos con ellos.
Ojalá consigamos que nuestros niños conserven la paz en sus corazones para que, en un futuro, sus palabras sean siempre de paz.
ÁNGELES GOÁS
Maestra de Educación Infantil