Los alumnos de Historia del Arte en la catedral
El pasado martes 16 de noviembre, los alumnos de Historia del Arte tuvieron la oportunidad de realizar una visita guiada al Pórtico de la Gloria así como de visitar el Museo de la Catedral de Santiago. La visita, que ocupó gran parte de la jornada, fue una gran experiencia cultural, ya que conocieron en profundidad todos los tesoros arquitectónicos y los mensajes que dejó el maestro Mateo tras su escultura.
Estos estudiantes valoraron la experiencia como muy positiva ya que, según dijeron, les ayudó a ponerse en contacto con las lecciones explicadas en clase. Probablemente serán de los pocos grupos que podrán hablar en el ABAU del Pórtico de la Gloria habiéndolo visto con sus propios ojos Se trata de una gran riqueza que no todo el mundo puede tener y, por supuesto, no podían dejar pasar la oportunidad de visitarla estudiando en un colegio que se encuentra a escasos metros de esta joya.
Entre los platos fuertes de la jornada estuvo la visita al refectorio del Pazo de Xelmírez, en el que nada más entrar te sentías transportado a otra época: tapices representativos, libros en latín con los primeros grabados acerca de la historia de la catedral… Una experiencia que no todos los santiagueses conocen. Además, también tuvieron la oportunidad de conocer el tesoro de la catedral y las vestimentas o incluso las representaciones artísticas sobre lienzo que marcaron la historia de nuestra catedral.
Por otro lado, también pudieron observar diferentes reconstrucciones en el museo. Uno de ellos es el Coro de Piedra del propio Maestro Mateo. Lo más destacable de toda la visita fue sin duda el Pórtico de la Gloria: su restauración permitió que siguiera formando parte de la policromía que inicialmente tenía.. Eso sí, la perfección y el realismo presentes en ese pórtico no dejan indiferente a nadie: «todo fue cuidado al detalle, pero lo más impactante es que siglos después somos nosotros los que comtemplábamos semejante obra».
El tiempo se agotaba y la visita al interior de la catedral no estaba permitida para ver el deambulatorio y dar el tradicional abrazo al Apóstol, pero lo cierto es que estos alumnos, que formaron un pequeño grupo, volverán para continuar su visita. Cuando regresaron al colegio compartieron la experiencia con el resto de sus compañeros y se fueron de casa felices de conocer un poco más de la historia de la ciudad en la que tuvieron la suerte de nacer.
Silvia Lafuente – 2.º Bacharelato