Historia del colegio

La Salle como institución lleva presente en Santiago de Compostela desde 1924. Durante aproximadamente 30 años los Hermanos animaron y dirigieron la Escuela de La Inmaculada, que se convirtió en la semilla de la que luego brotó el colegio La Salle. La escuela dio una educación primaria muy adecuada, tanto que las empresas de Santiago competían para contratar a los estudiantes al finalizar la escolaridad.

Gracias a la colaboración de los antiguos alumnos, que deseaban que sus hijos continuaran los estudios secundarios, y al apoyo y generosidad de la fundadora de la Escuela, D.ª Isabel García Blanco, se colocó la primera piedra del colegio el 27 de julio de 1953, con la presencia de las autoridades, entre ellas la del Sr. Arzobispo, cardenal Quiroga Palacios.

Cuatro Hermanos llenos de ilusión llegaron unos meses antes para preparar el camino: fueron los Hnos. Antonio Murillo (el primer director), Isidoro Arnaiz, Manuel Colina y Juan Santamaría. Como casi todas las obras importantes, tuvo un comienzo muy humilde: comenzaron las clases el 2 de octubre de 1953 con 109 estudiantes en el n.º 22 de la calle de San Roque.

Mientras, las obras de edificación del nuevo colegio iban progresando. Es de justicia reconocer la ayuda desinteresada de la Asociación "Amigos del colegio La Salle". Durante cuatro años no fue reconocido oficialmente, por lo que los estudiantes hicieron los exámenes oficiales en el Instituto Arcebispo Xelmírez, teniendo mucho éxito en los resultados.

En el curso académico 1955-56, con las obras del nuevo colegio a punto de finalizar, inician el traslado a las nuevas aulas. Se abre la cafetería y el internado. Son ya 304 estudiantes y la comunidad ha aumentado a 11 Hermanos. En breve llegarían el reconocimiento oficial como centro de Educación Secundaria, los éxitos de los festivales de gimnasia, el aumento a 387 alumnos, la inauguración de la sala de teatro, capilla, laboratorios...

El curso académico 1985-86, el colegio ya es mixto en su alumnado. En ese mismo año obtuvo el concierto general, aunque ya lo tenía parcialmente desde 1977. El colegio, mientras, continúa ampliando las instalaciones con un amplio y funcional polideportivo. El año 2003 celebraría sus bodas de oro bajo el lema: «Tendendo pontes e abrindo canles».

Son muchos los Hermanos y profesores que en todos estos años han dejado lo mejor de sí mismos por los niños y jóvenes compostelanos, comprometidos con una educación integral, humana y cristiana. Junto con los alumnos y los padres, son la mejor parte de la historia. Que sea por muchos años.